viernes, 14 de enero de 2011

El camaleon humano

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¿Cuántos son los que no cambian de colores según la ocasión?

Cada uno de nosotros se vuelve camaleónico muchas veces, y de pronto muchas veces por día. nos acostumbramos o nos volvemos adictos a actuar, a usar máscaras sobre máscaras...

Y entonces enunciamos ante nuestros jefes lo que nuestros jefes quieren oír.
Nos volvemos camaleonicos obsecuentes.


A la vez, enunciamos frecuentemente lo que nuestros subordinados quieren oír. Nos volvemos entonces camaleones demagógicos.


En esa linea:

Hay políticos que siempre enuncian los que sus potenciales votantes quieren oír.

Hay periodistas que siempre enuncian lo que suponen que sus audiencias quieren oír.

Todos no sentimos incómodos siendo minoritarios, y para evitarlo imitamos, como camaleones, las conductas y las ideas de las mayorías.


También hay los que se kamuflan, para hacer pasar por lícitas o inadvertidas sus actividades lesivas e inhumanas... son los de doble cara, los de doble moral, los que tiran la piedra y esconden la mano... esos se podría decir que, son lo peorcito del mercado de conciencias y valores

La verdad, es que para ser un animal, es muy humano el camaleón.


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1 comentario:

Mercedes Pinto dijo...

Pensar por uno mismo tiene un precio que pocos están dispuestos a pagar.
Saludos.